domingo, 21 de octubre de 2007

CREATIVIDAD Y CREACIÓN EN LAS EMPRESAS Y ORGANIZACIONES

Creatividad es el acto de crear, de dar vida a algo nuevo, único, diferente, especial, y previamente inexistente.

La creatividad, a través de su capacidad y potencialidad creadora, es la madre de lo extraordinario, de lo que se sale del marco de lo ordinario. La creación, el fruto de la creatividad, es y produce una discontinuidad. El mundo y el universo entero cambian cada vez que algo nuevo es creado, porque nace y surge un nuevo elemento que los enriquece, como sistemas y como esencia.

La creatividad es, pues, madre de la creación y, como tal, es vida, es fuente de vida, es creación de vida… y toda nueva vida es renovación, y es desestabilización, cambio, disrupción, orden que surge del caos, para producir más caos que generará más vida, más creación, más discontinuidad.

En el ámbito empresarial, la creatividad - como fuente de creación de nuevas alternativas, nuevos productos, nuevas soluciones, y nuevas iniciativas - es un asunto de competitividad. En el mundo moderno, las organizaciones competitivas son aquéllas que se diferencian de forma radical de sus competidores, y ofrecen una identidad única a sus clientes y consumidores. Una diferenciación radical significa que la empresa es tan única y tan especial, que su esencia no puede ser descodificada ni imitada por sus competidores, y que sus clientes reciben algo que, en conjunto - producto, servicio, estilo, entrega, imagen, atención, garantía, impacto, resultados... - es inigualable, indescriptible, indescifrable.

Esto significa que la verdadera creatividad empresarial implica darle vida a un concepto y una realidad que, como un ser humano, poseen un código genético irrepetible e insustituible.

La buena noticia es que la creatividad, contrario a lo que muchos opinan y piensan, se puede aprender, se puede desarrollar. De hecho, podemos instaurar métodos de trabajo y de pensamiento que así lo hagan. Por supuesto, todo comienza con la decisión y la voluntad de ser creativos, y con una visión firme de diferenciación radical.

Para comenzar, tenemos que comprender que la creatividad es inherente al ser humano. Todo ser humano se renueva a cada instante. Con cada aprendizaje, con cada célula que se reproduce, con cada nuevo pensamiento o sensación, con cada sentimiento la persona se hace nueva y distinta; se crea un pequeño (o gran) caos que da lugar a un nuevo estado. La naturaleza humana está imbuida de creatividad y creación continua. Al igual que el mundo y el universo que, con cada amanecer, con cada flor que se abre liberando su aroma y sus colores, con cada golpe de viento, con cada explosión en una estrella lejana, se hacen nuevos, distintos, irrepetibles.

Nuestra propia mente es una fábrica de creación continua. En la mente humana no existen dos momentos iguales en toda su vida. El estado de la mente humana y del cerebro es siempre cambiante, siempre dinámicamente cambiante, nunca un momento ha sido ni será igual a otro en la vida de nuestro cerebro y nuestra mente.

Las capacidades creativas de nuestro cerebro son ilimitadas. Más de cien mil millones de neuronas pueden interconectarse en diversos patrones, para dar lugar a innumerables posibles estados mentales y de pensamiento, sentimientos, sensaciones, decisiones, acciones… la mayor parte de esta capacidad creativa reside en el hemisferio derecho del cerebro, lo que yo llamo “el hemisferio marginado”. ¿Marginado por quién y cómo?

Nuestro hemisferio derecho es unas setenta mil veces más rápido y más capaz que el izquierdo. Es el que ve e interpreta al mundo en colores, en forma holística y sistémica, el que es capaz de establecer relaciones multidimensionales, el que es capaz de imaginar, visualizar y emocionarse. El izquierdo es muy bueno para estructurar cosas, para establecer metas y objetivos; es el mayor responsable del procesamiento numérico y del lenguaje; digamos que ve la vida en extremos y absolutos, sin matices, en blanco y negro; es director y editor.

El uso integral de las facultades del cerebro humano requiere, pues, que ambos hemisferios se sincronicen y trabajen en equipo; el izquierdo formulando, dirigiendo, solicitando, estableciendo metas… y el derecho buscando, procesando, ejecutando, produciendo… CREANDO.

La sociedad, de manera general, y los sistemas educativos tradicionales, de forma particular, son la antítesis de esta integración cabal de nuestras capacidades mentales y cerebrales, debido a que, a través de sus métodos y expectativas, están exageradamente focalizadas hacia las funciones del hemisferio izquierdo, en detrimento de las del derecho que, repito, es unas setenta mil veces más rápido y más capaz que el izquierdo.

¿Qué sucedería si desarrolláramos la capacidad, por medio de ejercicios y métodos, para sincronizar e integrar coherente y sistémicamente ambos hemisferios? Los resultados serían indescriptiblemente impresionantes, inauditos, de proporciones inimaginables.

Pensemos ahora que una empresa es el colectivo de mentes y cerebros trabajando juntos. ¿Qué sucedería si estableciéramos la cultura y los métodos para que este gran cerebro de cerebros, esta gran mente de mentes, funcionara de forma activamente creativa, sincronizada, dinámicamente autogenerativa? ¿Qué sucedería en nuestra sociedad, si cambiáramos los sistemas tradicionales de educación y “formación” para que den lugar a mentes, personas, equipos, grupos realmente potencializados en toda su dimensión y capacidad?

Otra buena noticia es que existen los métodos y las herramientas para hacerlo. Tenemos los medios, que se pueden desarrollar e instaurar a través de la práctica y el entrenamiento…ahora sólo se requiere la voluntad y la visión.

A nivel empresarial, el potencial creativo debe trabajarse, al menos, en cuatro direcciones simultáneas e interrelacionadas:

1. Ante todo, una empresa requiere de una forma nueva y distinta de hacer estrategia y de planificar la creación de su futuro… de hecho, la estrategia sin creación de un nuevo estado competitivo, desestabilizador y revolucionario, no tiene razón de ser. La estrategia es, por definición, creación. El problema radica en que los métodos tradicionales de estrategia, los que están en libros y en el mundo académico, los que proponen las empresas consultoras tradicionales, están muy lejos de ser creadores, pues son altamente comparativos, dando lugar - si acaso - a ligeras innovaciones y a la visión miope enmarcada dentro de la comparación con lo ya existente. Debemos comenzar con un método radicalmente distinto, para dar lugar a resultados radicalmente distintos en términos competitivos.

2. Para que cada persona, en especial los líderes y administradores de la organización, se pueda comprometer con una estrategia creativa y creadora en la empresa, es esencial que cada uno de estos individuos haya formulado y establecido su propia estrategia personal para su vida en todos sus ámbitos - personal, laboral, familiar, social, académico… Cada persona debe poseer el compromiso interno con su propia estrategia de vida - creativa y creadora del futuro de la persona como ser y ente único, diferente y especial -, de forma que la persona se pueda comprometer en esencia con la estrategia de la empresa y así, juntos, crear una nueva realidad para ambos.

3. A partir de esta estrategia individual, debe surgir la capacidad del autoliderazgo, de la autogestión de vida, de la capacidad de auto-desarrollarse y auto-reinventarse continuamente.

4. Finalmente, cada empresa debe establecer un método para ser creativos en la ejecución diaria y en la solución de las situaciones que se le presentan día a día, momento a momento a momento, de manera que garanticen que se proveen nuevas soluciones, no la repetición de las mismas historias con matices, maquillajes y camuflajes distintos.

Al cubrir estas cuatro dimensiones de desarrollo del potencial creador y creativo, la empresa garantiza su conversión en un ente único, diferente, especial, irrepetible y previamente inexistente… garantiza su creación continua, garantiza su éxito sostenido y sostenible a través de la oferta de soluciones y relaciones que solamente ella puede ofrecer y entregar a sus clientes, consumidores, proveedores, empleados, accionistas y la sociedad en general.

1 comentario:

María Isabel Torres MGEN dijo...

Cogito ergo Sum, Descarte. Los procedimientos empleados no se llega a ningún resultado, si ya no sucede que se imbuye la inteligencia del que estudia en miles de errores o inexactitudes. Porque ha observado que hay grandes discrepancias entre lo que enseñan los que son tenidos por sabios; ha advertido en sí multitud de errores a que le ha conducido el mal uso de sus sentidos, frecuentes equivocaciones en el juicio de las cosas que nacían de prejuicios adquiridos con la educación. De donde concluye: luego la autoridad de los doctos no me basta para estar seguro de lo que me enseñaron es verdad.

Con frecuencia una alegría improvisada vale más que una tristeza cuya causa es verdadera. Sepamos pues improvisar nuestra alegría.

La verdad es que no existo porque pienso sino al contrario, pienso porque existo, porque la vida me plantea crudos problemas inexorables.

Alma mía, es necesario partir. Hace mucho tiempo que estás prisionera y ha llegado el momento que te desembaraces del cuerpo. Es necesario soportar esta separación con serenidad y alegría.